Pues si... Parece que mis pequeños locos bajitos han empezado el curso con muchas ganas de dar respuesta a sus inquietudes.
Y todo esto, comenzó porque el pasado Martes 13 de Septiembre, cuando en la Asamblea comentábamos que el cielo estaba lleno de nubes grises debido a la tormenta, Alejandro me dijo:
- Patri, ¿tú sabes a qué saben las nubes?
- Pues... La verdad es que no... Nunca he podido probar ninguna...
- Pues yo creo que saben a algodón de azúcar - me respondió muy seguro.
- ¡Anda! Pues entonces yo creo que pueden saber a nata.
(En este momento, las risas de todos los demás fueron inevitables)
Una cosa nos llevó a la otra y, entre sabores de nubes, les pregunté:
- ¿Cómo podríamos coger un trozo de nube para saber realmente a qué saben?
Sus caras de asombro fueron geniales... Y empezaron a darme respuestas sin parar:
- Saltando encima de una colchoneta elástica (Iván)
- Pues podemos coger la que tengo yo en mi campo (Juan)
- ¿Tienes una colchoneta en tu campo? (Alejandro)
- Si. Tengo dos. Una así mas grande y otra así menos grande (Juan)
- Pues tienes que traerlas (Iván)
- Pero no se puede porque ha dicho que son grandes (Alejandro)
- Puede traer la que es menos grande y así saltamos (Iván)
- Pero todos no saltamos (Juan)
- Es que no podemos todos (Alejandro)
- ¡Yo tengo una idea! Podemos saltar así por parejas en grupos. Primero salta uno de aquí y luego otro de aquí y así saltamos todos (Raquel)
- No vamos a llegar (Alejandro)
- Pues con las habichuelas mágicas porque llegan hasta las nubes que yo lo he visto en el gato con botas (Juan)
- El gato con botas no existe (Iván)
- Si existe (Juan)
- No, no existe. ¿Verdad Patri? (Iván)
- Es que yo creo que Juan nos está hablando de un cuento (Patri)
- Si si (Juan)
- Pues yo vi un gigante en ese cuento (Alejandro)
- Pues subimos con el gigante (Mario)
- Los gigantes no existen. Yo lo sé (Alejandro)
- Nos subimos todos en un avión y nos tiramos y cogemos las nubes (Raquel)
- No podemos porque nos vamos a colar en las nubes (Iván)
- Pues nos ponemos un paracaídas, y se abre así de golpe y subimos y lo cogemos (Raquel)
- Eso si podemos hacerlo chicos. Pero... ¿De dónde vamos a sacar un avión? (Patri)
- Podemos coger el de mi papá (Raquel)
- ¿Tú papá tiene un avión) (Varios asombrados)
- Si. No. No lo sé. Pero yo se lo digo (Raquel)
- Podemos coger un globo (Ángel)
- O muchos (Mario)
- Si, mejor muchos (Ángel)
Creo que en esos minutos de conversación, la sonrisa no se borró de mi cara en ningún momento... No dejaban de asombrarme con sus ideas e invenciones de todo tipo.
Pero lo dos días siguientes, Miércoles y Jueves, seguían sacando el tema y buscando nuevas formas de llegar a las nubes, como por ejemplo:
- Subirnos encima de una jirafa (Víctor)
- Poner los columpios uno encima de otro hasta que lleguemos (Mario y Ángel)
- En un caballo volador (Ángela)
- En un perro volador (Ángel)
- Montándonos en un pájaro de uno en uno (Raquel)
Y ayer, Viernes, llegó Raquel a clase con unas hojas secas de un árbol.
Las observamos bien y vimos que dentro había semillas.
- Esas son las habichuelas mágicas (Juan)
- ¿Tú crees? (Patri)
- Si si Patri. Son mágicas (Raquel)
- Claro, ahora ya podemos subir a las nubes (Alejandro)
- Pero cómo vamos a poder subir a las nubes con esto... (Patri)
- Tenemos que coger las semillas para que salga una planta y entonces ya subimos para arriba (Iván)
Y eso hicimos:
- Pues ahora tenemos que plantarlo (Alejandro)
- ¿Y qué necesitamos para poder hacerlo? (Patri)
Como lo tenían muy claro, hicimos una lista señalando las cosas que teníamos y las que nos hacían falta:
Todos estuvieron de acuerdo en que todas esas cosas estarían en el Huerto del Colegio... Y allá que nos fuimos todos. Y como era de esperar, volvimos a clase con todo lo necesario:
Nos pusimos manos a la obra...
Incluso algunos decían que, como eran semillas mágicas, saldrían enseguida.
Todas las plantas necesitan sol y ellos mismos eligieron que el mejor lugar para poner nuestras macetas era en la ventana. Pero claro... Las ventanas dan al patio y al en el patio están los demás niños del Colegio y los papás y las mamás...
- Yo escribo con tu ayuda una nota para que no lo toquen (Raquel)
¡¡ Que claro estaba todo !!
Insistieron mucho en que yo tenía que poner que eran semillas mágicas |
Y se pusieron con ello:
Ahora, solo nos queda esperar para ver si de verdad eran semillas mágicas o no.
Mientras tanto, seguiremos soñando con nuestra idea de llegar a las nubes para poder saber qué sabor tienen en realidad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario