Viendo el éxito que el cuento de "El monstruo de colores" ha tenido entre mis pequeños de 3 años, mi compañera Cristina y yo nos pusimos manos a la obra y buscamos cosas que pudiéramos hacer en clase para poder trabarlo cada día y lo primero que hicimos fue esto:
Las coronas de los sentimientos
Teníamos claro que este material formaría parte de nuestra rutina diaria, pero...
¿Cómo se lo haríamos llegar a los niños?
Una mamá de mi clase me comentó que ella tenía el disfraz de adulto del Monstruo Verde del cuento, ya que su hija lo trabajó en la Escuela Infantil y aún estaba guardado.
Me lo trajo a clase, a escondidas, y esto fue lo que pasó al día siguiente:
Sara, la profesora de Apoyo de Infantil, se disfrazó y apareció en clase, sin hablar, pero llevando con ella una súper cesta con mucho colorido que enseguida se lanzaron a ver qué había dentro.
La cesta contenía las coronas de los sentimientos... ¡¡Estaban entusiasmados!!
Pero también había dos sorpresas más:
Un disfraz para ellos del Monstruo de la Rabia (que otra de las mamás me dejó ya que su hijo también lo había trabajado en la Escuela Infantil)
Y también unos bolsillos súper chulos con cada uno de los Monstruos de Colores
Con todos los regalos que nos había traído el Monstruo Verde,
ya podíamos montar nuestro Rincón de las Emociones
Pero aún nos faltaba una cosa muy importante...
El Monstruo de Colores guarda sus emociones en tarros de cristal, cada una con su color y muy bien organizadas. Nosotros teníamos los bolsillos preparados pero nos faltaban los sentimientos.
Así que, nos pusimos con ello enseguida y este fue el resultado:
Así que, con todo lo necesario, el encargado del día tiene muy claro qué hacer...
Primero nos dice como se siente ese día y con que Monstruo se identifica en ese momento.
Va al cajón de las coronas, se pone la que corresponde y después saca del bote
la bolita para meterla en el bolsillo.
Así podemos ver cómo nos vamos sintiendo cada día
y qué estado de ánimo es el que más experimentamos.
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