"Ya tengo fuerzas Patri"

"Ya tengo fuerzas Patri"

Esta es sin duda, la frase que me ha conmovido hoy por completo.

Sigo bastantes páginas relacionadas con la educación. Sobre todo aquellas que se salen un poco de lo considerado "normal o convencional", que puedan aportarme otras ideas dentro de mi aula o en casa.

Una de estas páginas es el blog de Tigriteando.

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Tigriteando es un blog que lleva una mamá que aplica en su casa la filosofía Montessori con sus dos pequeñas. Y fue aquí donde hace unas semanas leí un post antiguo que se llamaba:

"La mesa de la paz en el hogar"

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Yo no conocía la mesa de la paz...
" La mesa de la Paz, es un instrumento de convivencia que puede implantarse en cualquier aula u hogar. Sirve para resolver los conflictos, pero también para que si nos sentimos agobiados, podamos tomarnos unos minutos para reponernos..." 

Me llamó mucho la atención y después de leer el post, me puse a buscar cosas en Internet.

Y tras leer y leer, decidí poner una en mi clase. Pero tenia que ir poco a poco...

Un día coloqué en un rincón de la clase una mesa blanca de IKEA que unos papás me habían dado días antes porque en casa no la usaban. Los peques me preguntaban para qué era y yo solo les decía que ya se enterarían más adelante.

Estas Navidades, uno de mis alumnos me regaló el peluche verde del Monstruo de colores. Así que decidí colocarlo en la mesa blanca. Sería un elemento principal de tranquilidad y relajación. O al menos así lo esperaba yo...

Ellos estaban encantados con esa nueva ubicación para nuestro amigo, aunque seguían sin saber el por qué. Y para darle otro toque, coloque dos banquetas de colores (también de IKEA), que solían tener en el Rincón de Juego Simbólico.

Este es el aspecto que tiene nuestra Mesa de la Paz

El lunes, en la Asamblea, les conté en que consistía aquel nuevo rincón de la clase y para qué podíamos usarlo. Les pareció buena idea... Así que ahora, solo tocaba esperar...

Y hoy viernes, ha sido el día. 

Cuando apenas llevábamos 15 minutos en la Asamblea, he observado como una de mis pequeñas, Raquel, estaba algo triste y decaída.

Tras cogerla en brazos, achucharla y hacerle cosquillas, seguía igual... Así que muy despacio le he propuesto si quería ir a la Mesa de la Paz a estar sola y tranquila. Enseguida me ha mirado, me ha dicho que sí y ha salido corriendo hacía la mesa.

Se ha sentado y ha abrazado al Monstruo de colores acurrucándose con él. Por un momento, hasta he pensado que se quedaría dormida... Pero no ha sido así.

Tras 15 minutos, se ha levantado, ha venido corriendo hacía mi con la mejor de sus sonrisas y me ha dicho: "Ya tengo fuerzas Patri". Se ha sentado de nuevo a mi lado, como si nada y hemos seguido con las rutinas como cada día.

Raquel ha pasado el día feliz y contenta. Con mucha fuerza como ella misma me ha dicho.

El lunes, tendrán una pequeña sorpresa en la Mesa de la Paz. Una pequeña planta que les haga su estancia allí mucho más agradable. Y poco a poco, la iremos llenando de cosas que les haga sentir bien. Porque en definitiva, es lo más importante... Su seguridad y felicidad.

Os seguiré contando ;-)

Raquel en la Mesa de la Paz